Con todo respeto Sr. Landa, no comparto su opinión.

Yo no soy tan optimista como el Sr. Landa, que tras sus palabras deja un trazo de nostalgia de una otrora Venezuela inexistente hoy. Pareciera decir que la Venezuela de antaño no es la misma que la de ahora, como si hablara de una suerte de abducción o rapto o usurpación de identidad, no sé. Sin embargo opino distinto. Yo creo que Venezuela siempre ha tenido el germen de lo que continuamente la ha llevado a su destrucción. Ese germen se empoderó en el chavismo en el 99 y de allí eclosionó un fenómeno de descomposición social acelerada que ya venía gestándose desde los mismos orígenes de la nación. Siempre me consideré ciudadano de este país, dado que he vivido casi toda mi vida en el (menos cinco años), sin embargo, pensándolo bien, me parece inadecuado el término dado el corrompimiento del sistema, más allá de las bases constitucionales y estatales son las bases morales de sus habitantes, la ausencia de valores, de sentido de pertenencia, de respecto a la Ley, a la memoria histórica y a los antepasados. Cada vez que veo un conductor pasándose el rayado peatonal o comiéndose el hombrillo, o alguien coleándose en una cola, o un policía matraqueando, o alguien poniendo música fuerte en una playa o en un vecindario o haciendo trampa en dominó, o estacionando mal su vehículo y entorpeciendo la dinámica de otros, o queriendo ser más vivo que otro, etc., pienso en mi desacuerdo con el Sr. Landa. Venezuela siempre ha sido así, solo que no nos habíamos dado cuenta.