La Pluma de Toth

El día en que dejemos de lado palabras como "represión", "opresión", "asesinados", "oprimidos", "oligarquía", "imperialismo", el día que entendamos nuestra historia como fuente de inspiración creadora y no como fuente de argumentos de odio y rencor, el día que nos enfoquemos más en lo que necesitamos hacer, en lo que queremos crear y menos en echarle la culpa a otro de nuestro infortunio, de aseverar que si nos ocurre algo malo es por la mala fe de otro. El día en que dejemos de usar palabras anacrónicas, palabras que tuvieron sentido en una época pero que ahora sólo son artilugios de museo y exhibición, que reflejaban una posición política ajustada a una realidad pasada, pero que hoy ya no operan, simplemente porque el mundo hace rato que cambió, y cambia todos los días y a cada instante. El día que comprendamos que no hacemos nada con quejarnos y que hacemos mucho ocupándonos de nuestra propia vida, de repuntar nuestras dest

Particularmente me resulta sumamente interesante vivir en estos tiempos, donde el auge de los sistemas comunicacionales es vertiginoso, donde la información se genera y se desplaza de manera muy veloz, traspasando los umbrales de lo clásico, de lo habitual... pero es que ya no se puede hablar de habitual. Vivir en un mundo donde las barreras de distancia, fronteras, ideología, creencias, sistemas políticos, cada vez resaltan más su obsolescencia y anacronismo. Donde los esquemas de interpretación social, económica, política cada día adquieren nuevas topografías conceptuales. Es interesante realmente. Soy de Venezuela, un país bastante controversial, y últimamente muy comentado (pienso yo), a escala mundial. Yendo más allá de lo obvio, del escándalo, de lo aparatoso, del "bien" y del "mal", me pregunto: ¿qué lectura tiene lo que está ocurriendo aquí?, ¿De dónde ´sale´ este movimiento, cuál es su origen?, ¿de qué manera encaja en el contexto social y económico mundial