¿Requiem por la libertad y limpieza étnica? Un ensayo sobre Venezuela


Normalmente los acontecimientos históricos no tienen una sola causa; suceden por la concurrencia de múltiples factores. Por ejemplo el colapso de la Unión Soviética a principios de los noventa no fue un hecho aislado; se juntaron varios factores en la escena mundial en un momento preciso, tales como la política de Estado impulsada por Gorbachov, luego Yeltsin, la política exterior de Reagan, la caída de los precios del petróleo, entre otros, definiendo las condiciones adecuadas para que ocurriera.

La victoria del chavismo a finales de los noventa abrió las puertas de Venezuela a una mafia de grupos de poder doblemente coordinados desde Beijing y Moscú, con Cuba como satélite interfaz para tomar el país como beachhead, término utilizado en ciencias militares para la ocupación de una playa en territorio enemigo y usarla como puerta de entrada y centro de operaciones. Venezuela posee una enorme cantidad de recursos, así como una situación geográfica clave haciendo factible la instalación de bases comerciales y militares y reducir costos y tiempos de entrega a occidente, de norte a sur y de este a oeste, así como también para el lanzamiento de misiones espaciales debido a su cercanía con la línea ecuatorial. Cuenta además con enormes cantidades probadas de recursos energéticos, como petróleo, gas natural, energía hidroeléctrica, entre otros y recursos minerales como oro, diamantes, hierro, aluminio, uranio, coltán, entre otros (estos dos últimos se utilizan para la construcción de dispositivos nucleares y electrónicos, respectivamente) y recursos ecológicos como agua potable en grandes cantidades, extensiones enormes de tierras cultivables, bosques primarios y numerosos recursos acuáticos y terrestres.

En el fenómeno “Venezuela” confluyen múltiples intereses que no solo abarcan estados como Rusia, China, Turquía o Irán, sino también grupos terroristas como Hezbollah, las FARC, el ELN, y otros chicos malos del barrio. Además también apuestan varias empresas europeas, asiáticas y estadounidenses en diversos negocios menos éticos que legales como el caso de los bonos del hambre en el mercado de capitales o el comercio de armas, y otros aún menos éticos como el narcotráfico, rutas de comercio ilegal, trata de personas, centros de entrenamiento de guerrilleros, paraíso de negocios turbios y refugio de prófugos de la justicia.

Históricamente muchas de las acciones geopolíticas y militares decisivas en occidente han sido lideradas por los Estados Unidos, sin embargo no es seguro que actualmente este país pueda asumir el protagonismo de una acción lo suficientemente contundente como para desplazar a la mafia de Venezuela. El panorama actual no es esperanzador en cuanto a que las principales economías de occidente están entrando en recesión, incluyendo la de Estados Unidos, que ya da indicios de estar saliendo de la fase de crecimiento sostenido que ha llevado desde hace una década; también ya le tocaba entrar al pit.

La presencia de Putin en el Kremlin amenaza con el resurgimiento de una maquinaria capaz de aglutinar los factores necesarios y suficientes para intentar recobrar algo de la presencia  que alguna vez tuvo la Unión Soviética sobre el tablero mundial. Ya se demostró que el Kremlin movió sus piezas para poner a Trump en la Casa Blanca así como a otros personajes actuales del mundo político internacional. Adicionalmente la temperatura podría estar subiendo, a juzgar por la retirada de los Estados Unidos y Rusia del tratado de eliminación de misiles nucleares de medio y corto alcance a comienzos del presente año, el cual fue uno de los mayores logros al final de la Guerra Fría. También se sabe que desde hace dos años Rusia desplazó al Reino Unido como segundo productor mundial de armas. Recordemos además que China y Rusia, los apostadores más fuertes en Venezuela, son dos de los cinco miembros que integran el Consejo de Seguridad Permanente de las Naciones Unidas, por lo cual tienen poder de veto en sus resoluciones y ya lo están usando. Adicionalmente a Trump no parece estarle yendo muy bien con las negociaciones sobre armas nucleares en Pyongyang. Y como si fuera poco recordemos también que hace algo más de dos meses Rusia llevó a Venezuela dos bombarderos con capacidad nuclear y probó en los Urales un nuevo sistema de misiles hipersónicos de largo alcance capaz de burlar los mejores sistemas anti misiles del mundo.

En 1999 Chávez recibe el barril de crudo a algo menos de 9 dólares y en 2009 se ubicaba en poco más de 88 dólares, con una producción sobre los 3 millones de barriles diarios. Esto significó un ingreso bruto aproximado para Venezuela de alrededor de 800 mil millones de dólares sólo por renta petrolera en los primeros 10 años de chavismo, sin tomar en cuenta que poco tiempo después el barril superó los 100 dólares. Como referencia recordemos que el costo de reconstrucción de Europa tras la Segunda Guerra Mundial fue de aproximadamente 13 mil millones de dólares. La torta de cumpleaños del chavismo tuvo veinte velitas este 2 de febrero de 2019.

No hay razón alguna para que un país, por mal administrado que esté, tenga un proceso inflacionario tan agresivo y sostenido en el tiempo. Los peores casos históricos de hiperinflación (Grecia, Alemania, Yugoslavia, Zimbabwe y Hungría) fueron causados por eventos de gran impacto como guerras mundiales, desintegración de una superpotencia o crisis económicas mundiales, sin embargo la hiperinflación en Venezuela tiene la particularidad de haberse desarrollado durante el período de mayor bonanza en toda su historia.

¿Estará ocurriendo en Venezuela un proceso sistemático de drenaje de su población? Una versión moderna de un proceso encubierto de limpieza étnica mediante dos mecanismos: el genocidio enmascarado y autodeportación mediante emigraciones forzadas de millones de personas quizás no sea una visión muy lejana de la realidad. Sin poner en duda el espíritu democrático de los gobiernos alineados con el Grupo de Lima, no se puede negar que el caso Venezuela es plato favorito para hacer campaña política y levantar popularidades. Después de todo no estaría de más aprovechar que Guaidó logró escurrirse de su país para tomarse algunas fotos con el. Quizás tampoco sea coincidencia que las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos sean precísamente el año que viene. Cada uno de los actores tiene su agenda.

Hasta el momento Maduro ha hecho bien su trabajo, ha sido capaz de concentrar eficazmente todas las miradas de reprobación de la opinión pública mundial, encarnando la figura del déspota despiadado que debe salir cuanto antes, cosa que se cumplirá para complacer a la plebe a su debido tiempo.

Para que Venezuela sea libre tiene que haber un momentum histórico con la potencia necesaria para movilizar capitales e influencias de gran poder y en número suficiente lo cual no parece suceder en estos tiempos. Las marchas, cacerolazos y palabras bonitas de la OEA no sacarán a la mafia. La opción militar está fuera de contexto, ya que eso activaría un efecto dominó con el que ningún país estaría interesado ahora. No todas las opciones están sobre la mesa. El escenario en el que Venezuela pasa a ser un protectorado Chino-Ruso si está sobre la mesa. Quizás no sea coincidencia el acercamiento reciente entre estos dos regímenes.

En este momento Venezuela parece estar en una suerte de limbo en el que la ejecución de un plan de acción real de rescate tendría un elevado costo político y financiero para todos los involucrados. Sin embargo también es cierto que el fenómeno Venezuela está escalando a un nivel de riesgo cada vez más alto; si no se actúa a tiempo podría haber mucho que perder en un futuro no muy lejano. Y en cuanto a los venezolanos probablemente no recuperarán su país cuando quieran sino cuando puedan, si es que pueden, tal como lo ha demostrado la historia en otras latitudes. Si la mafia juega bien podría quedarse más tiempo en Venezuela. Una lección para pensar mejor por quién votar la próxima vez.

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Desde el punto de vista interno del pais, el desgaste del planteamiento politico y la pérdida de identificacion con los partidos
gobernantes hasta finales de los años 90, le abrió paso a una dirigencia resentida y autoritaria. Esta combinacion de males junto a las carencias morales y eticas tanto del chavismo como de la oposicion dificultan una salida en el corto plazo de la dificultades. El interés general para estos grupos no es el pais sino el poder y las riquezas materiales encubiertas por el fanatismo ideologico. Desde la ciudadania no se puede esperar grandes acontecimientos, la población ha sido mermada en sus capacidades por la alimentacion precaria, los elevados costos de medicamentos, servicios publicos ineficientes y falta de oportunidades. En fin, el reto que enfrenta el venezolano parece insuperable bajo la dinámica actual y pasa necesariamente por un reacomodo interno y un cambio en la dirigencia politica opositora.

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